martes, marzo 06, 2012

2012 mis alumnos del Centro N 26 del D 19

Un hermoso grupo, en un hogar, y con apoyo. Son adictos en recuperación, del paco, estoy feliz que puedo aportar mi grano de arena, FORMÁNDOLOS PARA TERMINAR SU PRIMARIA...


gracias a Dios me puse en su camino.... amo educar!!!! y ellos aman aprender.. 





Ale

8 comentarios:

Tutankamon dijo...

La prestigiosa escritora española Rosa Montero publicó en su columna una anécdota refrescante y conmovedora sobre la convivencia entre extranjeros y los nacionales de un país. El artículo titulado 'El negro' ha causado gran conmoción entre la población inmigrante de España.

Jueves 12 Enero 2012*

Una historia de apenas tres párrafos se convirtió en el artículo más leído del periódico el País de España, en su página de internet. Son líneas conmovedoras sobre la inmigración, uno de los temas más delicados y que mayor preocupación genera entre los ciudadanos europeos. La anécdota que cuenta Rosa Montero es uno de los temas más comentados en redes sociales y considerada como lectura obligada.

EL 'NEGRO'
Rosa Montero

Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja.

De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa. A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta. Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella. Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.

Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: "Pero qué chiflados están los europeos".

analía dijo...

buenisimo tutankamón. exclente...

Analia dijo...

felicitaciones alejandra. verdaderamente apostás a la inclusión y me maraviila su trabajo

analía del tuiter

Tutankamon dijo...

¿Quién elige tener un niño con síndrome de Down?

Por: Cecilia Jan | 09 de marzo de 2012
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El mismo día en el que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, se quedaba tan ancho diciendo que hay una "violencia estructural" sobre las embarazadas que las empuja a abortar, leo un artículo escrito en primera persona (en inglés) de una activista en favor del derecho de la mujer al aborto que eligió seguir adelante con su embarazo pese a que había altas probabilidades de que su bebé tuviera síndrome de Down, como así fue.

Mis sentimientos acerca del aborto han evolucionado con la vida. Todo en el plano téorico, donde es mucho más fácil defenderlo u oponerse. De pensar "si me quedara embarazada supongo que abortaría" en los años de estudiante a estar bastante convencida, después de haber vivido con ilusión tres gestaciones, de que seguiría adelante si por accidente me embarazase por cuarta vez de un bebé sano pese a que no entra en nuestros planes. Sin embargo, cuando me cruzo con alguna familia con un niño con síndrome de Down o alguna discapacidad grande me entran las dudas: ¿qué habría hecho yo? ¿Habría sido capaz de continuar con el embarazo? ¿Habría sido capaz de querer a un bebé así?
.El artículo de Alison Piepmeier, publicado en el blog Motherlode de The New York Times (en inglés) es muy interesante para romper estereotipos al respecto. Piepmeier es directora del programa de estudios sobre mujer y género en la Universidad de Charleston (Carolina del Sur). "Defiendo el derecho al aborto. He abortado dos veces. He bloqueado con mi cuerpo a manifestantes que intentaban impedir a mujeres entrar en clínicas abortivas. Enseño sobre derechos reproductivos en mis clases. Llevo una pegatina en mi parachoques defendiendo el derecho al aborto. He escrito sobre aborto y tengo cientos de correos electrónicos, muchos de ellos en un tono indignado, de aquellos que no están de acuerdo conmigo", se describe. "También tengo una hija con el síndrome de Down, y aparentemente, no es así como se espera que se comporten los activistas por el derecho al aborto".

Esta feminista cuenta que, cuando se quedó embarazada de Maybelle, hace cuatro años, le dijeron que tenía una probabilidad mayor que la media de que el feto tuviera síndrome de Down. La mayoría de las mujeres que conozco que han pasado por esa situación se han hecho la amniocentesis para saberlo con certeza. Pero Piepmeier y su pareja decidieron no hacerlo. "Cualquier persona potencial de la que estuviera embarazada iba a formar parte de nuestra familia, no importaba cómo fuera".

Tutankamon dijo...

Continuación


Estados Unidos es un país en el que el debate sobre el aborto está muy polarizado, en el que las clínicas abortistas sufren amenazas y ataques, e incluso algunos médicos de estos centros han sido asesinados (seis desde 1994). Y también, según esta profesora universitaria, un país en el que el 92% de los embarazos en los que se detecta síndrome de Down acaba en aborto, en parte porque muchas veces los propios profesionales de la salud lo aconsejan. Piepmeier ha entrevistado a varias madres que conforman ese escaso 8%, con un resultado sorprendente: "Muchas de las mujeres a las que he entrevistado apoyan enérgicamente los derechos reproductivos, y han abortado en el pasado. Cuando han estado preparadas para tener hijos, han elegido seguir adelante con sus embarazos incluso después de que se identificase el síndrome de Down. Y están felices con esa decisión", afirma.

Es decir, muchas no son fundamentalistas religiosas o fervientes antiabortistas. Simplemente, son mujeres que defienden el derecho a decidir cuándo ser madres, y cuando han tomado la decisión, la llevan hasta el final, con todas las consecuencias. Otras, por supuesto, sí que se oponen al aborto, como Sarah Palin, cuyo quinto hijo tiene esta alteración genética. No sé cómo son las mujeres que en España deciden tener a sus hijos a pesar de la discapacidad. En cualquier caso, son valientes.

Piepmeier reconoce que le entró el pánico al conocer la alteración genética de Maybelle. "Tenía miedo de que no pudiera caminar o hablar, de que tuviera que dejar mi trabajo, de que no fuera capaz de quererla". En definitiva, "estaba muerta de miedo porque fuera, de hecho, 'defectuosa', y que no fuera un ser humano completo". En una época en la que cada vez existen diagnósticos prenatales más fiables y menos invasivos, esta madre afirma que lo que necesitaba en ese momento no eran más pruebas. "Era mejor acceso a información precisa sobre lo que podía esperar como madre de un niño con esta discapacidad en particular. Mis miedos estaban basados en estereotipos sobre el síndrome de Down y la discapacidad en sentido amplio, y simplemente eran erróneos".

Esta madre concluye: "El aborto es una opción increíblemente importante para los que no están preparados para ser padres. He abortado cuando no estaba preparada tener un niño en mi vida. Esos embarazos fueron accidentales, y estoy agradecida por haber tenido acceso al aborto. Tuve a Maybelle de forma intencionada, pese a los test prenatales, y estoy agradecida por ello".

Más informa en la Federación Española de síndrome de Down

Escuela para todos Luz ONG dijo...

gracias Tutanka!!!! tkm

Prof.Biele Patricia dijo...

amigachaaaaaaaaaaaaaa pega la radio de los chicos en tu blog, gracias por ponernos en el twitter

Prof.Biele Patricia dijo...

aqui te mando el link esperamos tus mensajes

Dean Funes en aire - EN VIVO AHORA!
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Publicado en: Hoy @ 09:55
Título: 24 de marzo segunda parte